A priori, cuando te dispones a empezar en esto de los amigurumies, todo parece muy bonito y fácil, ¡pero no! Conseguir el amigurumi perfecto cuesta, como la fama, reproducir el siguiente vídeo para entrar en ambiente:
A saber:
En tu primer amigurumi te provees de los colores necesarios para hacerlo, uno, dos y quizás hasta tres colores, un ganchillo del tamaño que te ha dicho la dependienta (o dependiente, que nosotras somos muy de la no discriminación), porque tú vas perdidísima(o y guata para rellenarlo.
Hasta aquí todo bien. Te vas a tu casa (o donde quieras, que no somos nadie para decirte donde tienes que ir) feliz, empiezas tu amigurumi, lo terminas y...al mes (mes y medio como mucho) te encuentras con que tu casa está invadida por ovillos de lana, tres tonos de azul, dos naranjas, cuatro verdes, otros tantos morados... ¡Y esto sólo contando los que son de un mismo grosor!
Este síndrome, conocido como Nunca Tendrás
Suficientes Colores (en adelante NTSC) va acompañado por visitas regulares a
mercerías, grandes almacenes, tiendas de todo a cien y cualquier comercio en el
que intuyas que puede haber lana, sólo con la intención de ver si hay algún
color nuevo que, seguramente, no necesites, pero por si acaso…
Está bien tener variedad de colores, pero tampoco hay que tener en lana toda la paleta de Pantone... (imagen obtenida de http://www.sxc.hu)
Dicho esto, nuestra recomendación es:
empieza con lana barata pero que no sea muy mala, que tampoco es plan de que
todo lo que hagas parezca un león de la pelusa que suelte.
Cuando consigas cierta soltura (y , por tanto, no tengas que hacer y deshacer mil veces porque no te queden igual todos los puntos) o se lo vayas a regalar a un bebé/niño (por su afición a llevarse todo a la boca) ya te gastarás parte del sueldo en lana de calidad.
Cuando consigas cierta soltura (y , por tanto, no tengas que hacer y deshacer mil veces porque no te queden igual todos los puntos) o se lo vayas a regalar a un bebé/niño (por su afición a llevarse todo a la boca) ya te gastarás parte del sueldo en lana de calidad.
Si el síndrome NTSC no te asusta…espera a la
segunda entrega de la sección “Cosas que nadie te contó (ni te contará) sobre
los amigurumies…salvo nosotras”, hasta que llegue… ¡Bienvenido/a al club!
Isa y Naomie.
At the beginning, when you start in the amigurumies world, it all seems nice and easy, but no! Getting the perfect amigurumi is really hard. Let us tell you a secret…
When you start with your first
amigurumi, you buy the basic colors you need (one, two, maybe three balls), the
hook advised by the shop assistant, and some synthetic cotton.
Everything looks fine so far. You go
home happy and you start crocheting. You finish your first amigurumi… and
within a month (month and half tops) you find you house invaded by yarn balls:
three shades of blue, two oranges, four green… And that’s just the ones of the
same size!
You can recognize this syndrome, known
as “You’ll Never Have Enough Colors” (YNHEC for now on), for continuous visits
to notions stores, big supermarkets and every single place where you think you
can find yarn, tiny security eyes, fabric glue, etc. Even if you have three
shades of orange, you can always find a new one, even if you don’t need it!
That said, our recommendation is: start
with cheap yarn, but not too bad. You don’t want all your amigurumis losing all
the yarn!
When
you get some ease (and therefore do not have to do and undo a thousand times
each point because they aren’t equal), or when you’re doing something for a
toddler (since they usually put everything into their mouth), you can spend
part of your salary in quality yarn.
If
the YNHEC doesn’t scare you…wait for the second part of “Things that nobody
told you (neither they will) about amigurumis…except us”.
If
you’re already experiencing the YNHEC: welcome to the club!
Isa & Naomie.
~ 0 comentarios: ~
~ Publicar un comentario ~